Para la prevención del síndrome de mano caída, las instituciones hospitalarias someten a sus pacientes internados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en etapa post operatoria o aquellos que se encuentran en estado de coma a rutinas diarias de terapias físicas de estimulación muscular. La efectividad de este tratamiento está condicionada por la intensidad horario diaria de fisioterapia destinada a cada paciente por la entidad que esta desarrollando su proceso de recuperación, generalmente, esta disponibilidad horaria es insuficiente, si tomamos en cuanta que con una hora diaria de terapia (tiempo promedio en instituciones ), los músculos afectados permanecen inactivos aproximadamente un 95% del día, generando así, en el paciente, problemas motrices como el anteriormente mencionado.
El dispositivo mantiene los rangos articulares de la mano en su magnitud apropiada, así como los músculos y tendones en movimiento. De acuerdo a las necesidades de cada paciente, el barrido angular del movimiento es variable.
La férula es modular y escualizable, además, gracias a un estudio biométrico que se hizo al respecto, se mantiene la mayor similtud posible con la anatomía de la extremidad superior; posee características tales como la modularidad, para que sea más fácil su transporte y escualizable para que se adapte a los diferentes tamaños de antebrazo, muñeca y mano.